Gastón Intelisano es perito del Poder Judicial de la Provincia de Buenos
Aires, pero también escritor. Hace años se recibió de Licenciado en
Criminalística, mientras tanto, escribió sus primeras novelas, Modus Operandi,
que le valió un reconocimiento de la Legislatura de la Provincia de Buenos
Aires y Epicrisis, de pronta
publicación.
Nos cuenta que primero empezó con la carrera de criminalística,
la escritura llegó después. “Desde chico escribía algunas cosas, leía mucho a
Stephen King y Patricia Cornwell. Escribí cuentos cortos y alguna novela
corta”, rememora. Aunque, como todo chico, quería ser varias cosas de grande
(desde astronauta hasta biólogo), pero siempre supo que quería ser científico:
“En el colegio había un laboratorio hermoso que me fascinó y de chico me habían
regalado un microscopio y ahí supe que quería ser científico. También me
gustaba todo lo que tenía que ver con el FBI, al estilo de los Expedientes X,
así mezclaba la ciencia con la investigación más policial”.
Cuenta que tuvo la suerte de tener un tío que supo
asesorarlo y encausar un poco esas ganas y ese interés que ya manifestaba de
joven y fue quien lo llevó a conocer la policía científica, donde compartió
horas de guardia con los forenses y pudo observar algunos relevamientos.
“Por esos años, los primeros de la carrera, yo leía mucha
literatura policial. Llegó el momento en que había leído muchas novelas y que
había pasado bastante tiempo acompañando a la policía forense y aprendiendo, no
sólo en la facultad sino en la práctica de las guardias. Y esa combinación me
dio ganas de escribir, me di cuenta que podía escribir algo en base a todo lo
que había visto y aprendido”.
La primera novela de Intelisano, modus Operandi, combina
esos conocimientos y sumerge al lector en escenas del crimen, laboratorios y
autopsias, donde las pistas descubiertas por los forenses son el camino a
seguir para descubrir asesinatos.
Además, tiene como uno de los escenarios la ciudad de Mar del Plata. Él,
hombre acostumbrado y formado en seguir pistas e investigar, se tomó vacaciones
para poder recorrer los sitios que pensaba utilizar en el texto: “El Puerto, el
cementerio…. varios lugares. Me quise poner en los zapatos de los personajes”,
relata.
“Ahora, que ya me recibí, y ya tengo varios años de
experiencia en el trabajo, mientras escribía mi segunda novela, que sale en
unos meses, me di cuenta que podía capitalizar todos esos conocimientos que
antes no tenía”, afirma.
Ante la pregunta de si siente su parte de escritor como
un hobbie, un pasatiempo, o es tan importante como la carrera que elegió y para
la que estudió, dice que “Yo trabajo dos o tres guardias por semana, lo que me
da mucho tiempo para dedicarle a la literatura. Inclusive logré forjar cierta
disciplina con horarios de escritura, además de tomar esos días en que no
trabajaba para recorrer lugares que necesitaba conocer para incluir en algún
capítulo”.
Al principio, Intelisano nombró a dos pesos pesados de la
literatura, como Stephen King y Patricia Cornwell, pero nos cuenta que lee de
todo: “También me gustan las biografías… de hecho empecé a leer literatura
argentina en el último tiempo, a medida que yo mismo me fui moviendo en ese
ámbito. Por ejemplo me gustan mucho Claudia Piñeiro y Mercedes Giuffré, dentro
del policial argentino. Saliendo de Argentina he leído mucho a Jaime Bayly”.
En este momento, en la argentina hay muchos y muy buenos
autores de policial, al respecto el autor afirma que “Hay dos grandes ramas de
policial que son el de estilo Sherlock Holmes… (El detectivesco) y el Negro… yo
me identifico más con el detectivesco y acá se escribe más del otro, del negro.
Aunque, por ejemplo, ahora tengo (en sus vacaciones en Mar del Plata) para leer
Betibú, de Claudia Piñeiro, de la que me hablaron muy bien”.
Nos cuenta que ha intentado escribir otras cosas por
fuera del género policial forense, de hecho empezó a escribir una novela que trata
de enredos de parejas. Aun no encontró el común denominador, dice, pero “hay
dos parejas heterosexuales, otra de chicos y otra de chicas. Tengo que
encontrar el punto en el que se cruzan, pero la idea es explorar a la pareja en
los distintos tipos de parejas”. La empezó entre Modus Operandi y Epicrisis (el
título de su segunda novela, continuación de la primera, que saldrá en junio),
pero “me quedé ahí, con los personajes definidos y todo, pero me acostumbré
tanto a la estructura del policial, que me faltaba algo que me fuera guiando y
todos me decía ‘Meté un crimen’, pero justamente la escribía porque quería
salir de esa estructura”.
Aunque admite
cierta comodidad en esos soportes narrativos que ya son familiares para él,
asevera: “Me gustaría que me conozcan como un autor de policial, que siempre me
pareció un género vapuleado, como dejado de lado. Y no creo que haya un género mejor que otro, o
más calificado. Me parece que dentro de un policial podés hacer una novela muy
profunda, con personajes sólidos. Como pasa con Stephen King, que siempre fue
un autor, si se quiere, despreciado”.
María José Sánchez